XANTOLO EN LA HUASTECA HIDALGUENSE
(DIA DE MUERTOS)
PARTE 1
Esta ves les platicaré sobre la tradicional fiesta que se celebra en la Huasteca Hidalguense, digo fiesta porque en realidad lo es, el Xantolo (Día de Muertos) es magia, es tradición, son nuestros valores, son nuestras raíces, es una de las tradiciones más arraigadas en la región Huasteca. En Hidalgo, específicamente en la región Sierra y Huasteca se celebra los días 30 y 31 de octubre y 1ro y 2 de noviembre.
Existe bastante información sobre el origen de esta celebración, ya que se celebra en varios estados de la República Mexicana, pero cada una tiene su forma de celebrar, aunque comparten muchas similitudes. El Día de Muertos, inicia desde antes de que se riegue o siembre el cempasúchil (flor de muerto), pero no les contaré esos detalles, yo les voy a platicar con más énfasis solo de los días en lo que realmente se celebra la ‘fiesta’ y como se va realizando paso por paso cada ‘ritual’ en cada día de esta celebración.
Los preparativos para el Xantolo en la Huasteca de Hidalgo, empiezan una semana antes del 30 de octubre, sino es que días antes, digo días antes porque las "señoras" empiezan a bordar servilletas de manta para envolver los tamales que se repartirán en las ofrendas; o los "señores" van a los montes a pelar un árbol de copal para esperar a que sangre y días después ir a recoger ese incienso que se quemará en los ¨tlicometl" (sahumerio de barro hecho en la Huasteca), también con tiempo de anticipación se buscan las papatlas y hojas de maíz para envolver los tamales. Pero una semana antes se realiza un tianguis que es llamado “Sábado Grande” y “Domingo Grande” los cuales se hacen en las localidades de Tehuetlán y Huejutla de Reyes, respectivamente. En los tianguis se compra todo lo que se va ocupar para la fiesta de Xantolo, o casi todo, que va desde los ingredientes para el chocolate: cacao, canela, azúcar, galletas; para la comida: chile ancho, condimentos, tequelite; entre otras cosas como copal, seras, veladoras, morral de ixtle, servilletas de manta, mantel para la mesa, artesanías y recipientes de barro, palomitas de pólvora y lucecitas, etc.
Durante esos días después de las compras, se muele el cacao para formar las bolitas de chocolate, hay quienes hacen tortitas o figuras alucivas a la festividad; también tienes que apartar tu pan con tiempo porque las panaderas no se dan abasto, ya que empiezan a hacer pan desde el 28 o 29 para poder entregar a tiempo sus pedidos y no estar haciendo el mero 31 de octubre. En lo que respecta a los hombres, en este caso en señor de la casa busca los palos que se van a utilizar para hacer el arco del altar, se cortan naranjas criollas para ofrendar, así como limas de chiche y mandarinas, también se cortan con antelación los racimos de plátano bárbaro y plátano macho. En las tardes empiezan los ensayos de la cuadrilla de jóvenes, quienes se preparan para bailar en la danza de los disfrazados, donde se bailan los sones en los días de Xantolo, más que ensayos es hacer ambiente, es echar uno que otro chascarrillo, es enseñar a los niños que por más que pasen los años, por más que la tecnología avance, nuestras tradiciones perduraran toda una vida, gracias a nuestros ancestros, y ahora nos toca a nosotros transmitir el legado, nos toca heredar a los más pequeños esta hermosa celebración a nuestros difuntos.
Semanas antes, los jóvenes empiezan a hacer sus mascaras de árbol de pemuche, las cuales utilizarán en las cuadrillas, también una días antes, buscan quién les preste ropa de mujer para poder disfrazarse y bailar en la cuadrilla sin que su identidad sea descubierta, y sin falta el paliacate rojo.
El día 30 de octubre es el día de la compostura, ese día al amanecer antes que el sol salga a todo su esplendor, los señores, jóvenes y/o niños, van a la milpa a cortar el cempasúchil (flor de muerto), también se recolecta flor de mano de león y palmilla, algunos que no tuvieron tiempo, ese mismo día van en busca de los palos y el arco de bejuco que se ocupará para la compostura.
Por la tarde, toda la familia se junta para ayudar a hacer el arco, todos ayudan haciendo rollitos de flor de cempasúchil para irlos atando a los palos y el arco de bejuco. Los olores que se generan ese día son incomparables, la flor de cempasúchil emerge un aroma que te transporta a otros tiempos, incluso me atrevo a decir a otras dimensiones, y conjugado con los demás olores como la flor de mano de león, las mandarinas, las naranjas, las limas de chiche, el olor de la pólvora quemada por los cuetes, el chocolate, el pan; esos momentos en los que la familia se junta y se cuentan anécdotas de años anteriores, donde todo es risa, felicidad, todo es hermoso, los olores, los sabores, los colores y los sonidos, porque no falta el vecino que pone a todo volumen los sones huastecos que se bailan en dicha celebración, pero eso es solo el comienzo.
Cuando el altar ya esta listo, con su respectivo arco y vistosamente lleno de flores, se procede a colgar las frutas en rollitos de cuatro o cinco, las limas, las mandarinas y las naranjas van colgadas en la parte de arriba frente al arco, también se cuelgas racimos de plátanos, y especialmente en el arco se cuelgan los panes en forma de muñequitos o de palomas. Se coloca el mantel que previamente se compró, se colocan también las fotos de nuestros difuntos y se acomodan las velas en la mesa y en un "burro", este artefacto sirve como soporte para detener las velas, que consiste en colocar un trozo de mata de plátano de 50 a 60 cm. y ponerle cuatro patas de madera para que se sostenga y se le hacen unos orificios donde irán introducidas las velas, comúnmente en ese tiempo, las velas vienen semi forradas de papel lustre de colores y le da un toque muy bonito.
Después de terminar de "enflorar" el arco, te espera una taza de humeante chocolate y una pieza de pan, no falta quién ya sea familiar o amigo se atreva a ir a ayudar a hacer la compostura del altar y deleitarse de una rica merienda y posteriormente se debe regresar la ayuda a este buen amigo.
Espera la segunda parte en este blog.
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